lunes, 20 de abril de 2009

La cultura de la comodidad


Entre las TICs sobre las que me propongo plantear discusión se encuentra la telefonía celular y una de sus principales utilidades: los mensajes de texto, hoy la herramienta de comunicación más cómoda e instantánea para una gran mayoría.

Entiendo, apoyo y hasta practico el uso del sms cuando es la única alternativa posible o en caso de cubrir una necesidad del tipo “práctica” (caso de la foto x ej!). A continuación, un juego: adivine cuál corresponde, no genera confusión, es útil y sencillo y cuál TODO LO CONTRARIO(!):


1. “Demorado el subte, llego 15.30”
2. “Estoy en clase /reunión, desp. hablamos”
3. “Cómo estás? Los chicos? Seguís jugando a la pelota? Encontraron casa? Y la muela, conseguiste turno? ”
4. “Estás en tu casa? Avisame así te llamo”
5. “Estoy abajo, bajás o subo directo?”


Debo aclarar que los signos de puntuación los pongo por costumbre, pero una pregunta muy pocas veces me llega con tal signo, ¡es una deducción de mi inexorable inteligencia!”

Conozco gente que no tiene teléfono fijo en la casa o que sólo puede usarlo en horarios no compatibles con la mayoría y por eso recurre a los sms. Entonces, salvo esta excepción, creo que hay una grave y notoria tendencia de subirnos a la cultura de lo cómodo. En estos tiempos postmodernos la velocidad manda y es entendible que por varias razones no haya demasiado tiempo para invertir en comunicación. Pero, les pregunto, con una mano en el corazón:

¿Da lo mismo preguntarle a una persona cómo está (cuando REALMENTE queremos saber como está y no es una mera formalidad) por mensajito cuando ambos sabemos que hay teléfono de línea para llamar?


¿Por qué nos da lo mismo ser cómodos? ¿No importa acaso si el sms fue recibido o no, entendido o no, o cayó mal y por eso no obtengo respuesta?